La
flota pesquera española tiene, una media de más de 30 años de
antigüedad, según los datos oficiales del Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, sumado a la ausencia de
programas públicos de renovación de buques y la falta de iniciativa
privada, la situación mantiene paralizado el proceso de
modernización de los barcos pesqueros; pero como excepción de las
armadoras atuneras vascas, en España no hay ningún movimiento en el
sector para reformar la flota de gran altura, en la que el
combustible puede llegar a suponer el 40% del costo de explotación.
Frente
a esta situación, los astilleros asturianos, y especialmente Armón
-que tiene en Vigo una filial-, han encontrado en el extranjero una
luz de esperanza en la que poder mantener encendidas las chispas en
los varaderos sería posible.
Armón
Gijón entregó el “Oaxaca”, el segundo de los tres atuneros
encargados por la empresa mexicana Grupo Marítimo Industrial
(Grupomar).
Al
margen de Grupomar, Armón Gijón también botó el Tamara, para
Pesca Azteca, para quien están construyendo otros dos buques que
tienen en grada.
Además,
según los datos de Gerencia del Sector Naval (Gernaval), dependiente
del Ministerio de Industria, el mismo astillero tiene en su cartera
de pedidos dos pesqueros más para los mexicanos Maratún SA, al
margen de otros dos atuneros para una armadora norteamericana, Cape
Fishering Holding.
Fuente:
Fundación Nuestro Mar; 06 de agosto de 2014.
Fuente
imagen: www.rosmariehucke.com
Luisem.-